En un buen número de los textos destinados a los pacientes, así como en los más especializados, es frecuentísimo el empleo del llamado «gerundio médico»*, que da lugar a párrafos farragosos como los siguientes:
-La prevención de estos problemas en personas sanas es muy sencilla, bastando con evitar las causas que los provocan. (Consejería de Salud, Junta de Andalucía. Salud y auto cuidados. 1993, s.l.).
El uso abusivo del gerundio convierte en pesada una lectura que sería más amena si el texto se fragmentara en oraciones independientes más cortas.
¿Cómo podríamos rehacer estos fragmentos de modo que resulten claros y, sobre todo, se ajusten a las normas de estilo de nuestra lengua? Como diría una amiga mía, food for thought.
* Para saber más sobre este tema, recomiendo la lectura de: Mendiluce Cabrera, G. (2002). «El gerundio médico». Panace@ (Revista de Medicina, Lenguaje y Traducción), 3(7): 74-78.
Blanca Mayor Serrano